Las últimas 2 semanas de mayo, hice una residencia en una casa de artistas en Bariloche que se llama Tribu de Trueno, la pueden googlear. 

Fui hasta allá sin un proyecto definido, un poco porque hasta último momento no sabía si iba a poder viajar por el tema de las restricciones por el covid, y otro poco quería ver qué pasaba si no hacía nada de trabajo por dos semanas. El plan funcionó bastante bien, pude viajar sin problemas, y durante mi estadía fue surgiendo una temática y un medio diferentes a los que normalmente dibujo en Buenos Aires. 

Pude tomarme el tiempo para pintar con acuarelas, las lleve porque ocupaban poco lugar en la valija y las terminé usando tanto que tuve que comprar más papel. El final del otoño me hizo de modelo vivo. 

Además de las acuarelas, fui registrando el viaje en una serie de vlogs, que están subidos a mi canal de youtube.